Ciencia ciudadana para encontrar fosas clandestinas
Texto: Eduardo Santana Castellón
Fotografías/Ilustraciones: Roberto Becerra Suro
Publicada el miércoles 04 de marzo de 2024 en la columna Crónicas del Antropoceno en el periódico EL INFORMADOR.
Diciembre 04, 2024
El libro INTERPRETANDO LA NATURALEZA PARA ENCONTRAR A QUIENES NOS FALTAN se presentará al público en evento de entrada libre el jueves 5 de diciembre a las13:00 hr en el salón México dos del hotel Barceló en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.
Con más de 115 mil personas reportadas como desaparecidas hasta mediados de 2024,
México ocupa el primer lugar a nivel mundial. Anualmente desaparecen en promedio más
de 6 mil ciudadanos mexicanos en su propio país, cifra que supera el número de soldados
estadounidenses que murieron anualmente durante la Guerra de Vietnam. De 2007 a
2023 se han encontrado más de 5,650 fosas clandestinas en la República Mexicana;
prácticamente una fosa por día. Jalisco tiene el mayor número de personas
desaparecidas no encontradas (arriba de 15 mil). Según la Comisión Nacional de
Derechos Humanos la desaparición de personas- “…se ha recrudecido en los años
recientes debido, principalmente, a la conjunción de corrupción, impunidad, violencia,
inseguridad y colusión de personas servidoras públicas con la delincuencia organizada
que impera en algunas regiones…”. El dolor de perder a un ser querido, aunado a la
desconfianza hacia las instancias gubernamentales han ocasionado que se conformen
voluntariamente colectivos integrados principalmente por madres buscando a sus hijas e
hijos. Con más de 230 colectivos ciudadanos de búsqueda, México alberga el mayor
número de organizaciones de este tipo en el mundo.
Para abordar esta problemática la Comisión de Búsqueda de Personas del Gobierno del
Estado de Jalisco convocó a un variado grupo de científicas y científicos del CentroGeo,
CONAHCYT, la Universidad de Guadalajara y la de Oxford y otras instituciones para
desarrollar nuevas técnicas para encontrar fosas clandestinas. Sus resultados se reportan
en el libro INTERPRETANDO LA NATURALEZA PARA ENCONTRAR A QUIENES NOS
FALTAN, publicado en 2024. El libro de más de 700 páginas, describe cómo se
incorporan diversas ciencias como: antropología, entomología, odontología, patología
médica, anatomía, fisiología, física, química, biología, ecología, botánica, edafología,
fotogrametría multiespectral y análisis de paisaje, entre otras para detectar cadáveres
inhumanos.
Además de las ciencias naturales, hay un tipo de ciencia en la que participan voluntarios
que se le ha llamado “ciencia ciudadana”. Tiene raíces desde hace más de tres siglos
cuando aficionados amantes de la astronomía, meteorología, zoología, mineralogía y
botánica ofrecían voluntariamente sus observaciones y colectas a los científicos. Cuando
caracterizamos las actividades que realizan las madres buscadoras en colectivos
voluntarios encontramos que van acumulando conocimientos sobre: entrevistar y seguir
pistas, rastrear teléfonos móviles, identificar tipos de suelo, detectar montículos y
hundimientos de tierra perturbada, identificar olores y especies de plantas e insectos,
extraer e identificar partes corporales, para ubicar e identificar cuerpos humanos. También
aprenden a constituir asociaciones del sector civil, navegar complejas burocracias
gubernamentales e interactuar con investigadores universitarios y medios de
comunicación.
Descubrimos que las madres buscadoras cumplen con todos los criterios establecidos por
la Asociación Europea de Ciencia Ciudadana. Pero existen algunas diferencias. La
motivación desencadenante de la participación no es el disfrute de la actividad, como en
el caso de las ciencias naturales, sino el intenso dolor psicológico/emocional por la
pérdida de una persona amada. Estos grupos en Europa y los EEUU tienden a estar
dominados por hombres de sectores sociales con altos niveles de ingresos y educación,
mientras que los colectivos de búsqueda ciudadana en México están compuestos
principalmente por mujeres, de familias provenientes de sectores sociales con bajos
niveles de ingreso y educación. A diferencia de la ciencia ciudadana tradicional, el éxito
de la actividad no se mide en publicaciones científicas; sino más bien en el éxito de
encontrar personas vivas o fallecidas, en lograr un cierre emocional para sus familias y,
en algunos casos, llevar a los criminales ante la justicia. Considerando que entre 60% y
80% de las fosas se descubren gracias a la información que proveen los colectivos, se
debe reconocer el éxito de las actividades de estas madres y otorgarles el valor y la
atención que se merecen.
- El libro INTERPRETANDO LA NATURALEZA PARA ENCONTRAR A QUIENES
NOS FALTAN se presentará al público en evento de entrada libre el jueves 5 de
diciembre a las13:00 hr en el salón México dos del hotel Barceló en el marco de la
Feria Internacional del Libro en Guadalajara.