Proteger los humedales para nuestro futuro común
Texto: Manfred Meiners Ochoa
Fotografías/Ilustraciones: Jenny Moreno
Publicada el domingo 27 de julio de 2025 en la columna Crónicas del Antropoceno en el periódico EL INFORMADOR.
Julio 28, 2025
Estos espacios son la base de nuestra seguridad hídrica, alimentaria y climática.

Al abrir la llave de la regadera para ducharte, estás usando un humedal. Así de directa es nuestra conexión con estos ecosistemas. Aunque a menudo los percibimos como lejanos o ajenos, en realidad son el origen, en su gran mayoría, del agua que usamos cada día en Guadalajara.
Cuando leemos o escuchamos sobre las “COP”, las Conferencias de las Partes sobre medio ambiente, solemos asociarlas al cambio climático o a la biodiversidad. Pero también existe una COP dedicada exclusivamente a los humedales: la COP de la Convención “Ramsar”, que se celebra este mes en Zimbabue, en su edición número 15, y reúne a 172 países.
Firmada en 1971 en Irán, en la ciudad de Ramsar, la Convención sobre los Humedales fue el primer tratado ambiental global, y por eso lleva el nombre “Ramsar”. A diferencia de otros acuerdos, se enfoca en ecosistemas específicos pero esenciales: los humedales, que, aunque cubren solo el 6 % de la superficie del planeta, albergan el 40 % de la biodiversidad mundial. Son refugio de aves migratorias, peces, manglares, arrecifes de coral y también regulan inundaciones, almacenan carbono, filtran el agua y sostienen medios y formas de vida.
Previo a la COP15, se presentó el informe Perspectiva Mundial sobre los Humedales 2025, que lanza una alerta clara: los humedales están desapareciendo o degradándose a un ritmo alarmante. La pérdida de estos ecosistemas compromete la seguridad hídrica, alimentaria, climática y biológica del planeta. Los humedales proporcionan a la sociedad hasta 39 billones de dólares en beneficios cada año, pero seguimos perdiéndolos a un ritmo del 0.52 % anual. El reporte urge a valorar, conservar, restaurar y financiar estos sistemas esenciales.
México es país miembro de la Convención desde 1986 y tiene un papel destacado: es el segundo país con más sitios Ramsar en el mundo, con 144 humedales de importancia internacional. En Jalisco hay 13 sitios Ramsar, incluyendo al lago de Chapala, el mayor del país y fuente de más del 50 % del agua que se consume en el Área Metropolitana de Guadalajara. También figuran otros humedales costeros y continentales sumamente importantes para la biodiversidad, así como humedales “artificiales”, como por ejemplo la Presa La Vega (Laguna de Teuchitlán), fundamentales para especies de peces endémicos, aves migratorias, las comunidades locales y la agricultura.
La conservación de los humedales no es una agenda aislada: es una pieza clave para cumplir con las metas para el 2030 del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la acción climática. Pese a su valor, siguen siendo subestimados por políticas públicas, mercados e instituciones.
Como advierte el doctor Ernesto Enkerlin: “El futuro de la humanidad es uno sostenible, construyámoslo pronto o no habrá futuro”. Es tiempo de entender que proteger los humedales es proteger nuestras propias posibilidades de vida.
La próxima vez que abras la llave, recuerda: estás conectado con un humedal. Valorar estos ecosistemas no es un lujo, es una necesidad urgente. Conservarlos es asegurar agua, alimento, biodiversidad, estabilidad climática y un futuro posible.
¡Protejamos los humedales para nuestro futuro común!