Para sorpresa de los que esperan un museo tradicional de historia natural, la primera experiencia será una gran sala con sonidos, colores, formas y texturas de una bulliciosa ciudad. Con mucha tecnología y poca naturaleza, a cada paso nos encontraremos con experiencias de inmersión, elementos interactivos, objetos multimedia, juegos en grupo y pistas de un rompecabezas que hablan de la dependencia que tiene la ciudad de los paisajes rurales y de la naturaleza: agua, aire, alimentos, combustible, materiales, actividades recreativas y medios de subsistencia. Al visitar esta sala, aprenderemos tanto de las historias de éxito como de las condiciones insostenibles que requieren una acción urgente y coordinada de la comunidad.